La cacerola en la que hicimos la receta anterior, 1/4 litro de caldo de pollo desgrasado, 1 cucharada de harina de cebada, garbanzos o soja.
Para esta receta vamos a usar una de las técnicas más simples y rápidas de la cocina. Simplemente se toma la olla donde hemos hecho en este caso el pollo, y a fuego bajo, agregamos 1 cucharada de harina, revolvemos con un batidor o cucharada de madera, para recuperar lo que haya quedado pegado del pollo de las verduras, luego agregamos de a poco el caldo, siempre revolviendo. La cantidad de caldo es a gusto, es según como se quiera la consistencia de la salsa, si más espera o más líquida. También se puede agregar nata de cocina en proporción o algún alcohol. Y el resultado es delicioso, porque la salsa toma todos los sabores de lo que ya se ha cocinado antes y además es bastante barato, porque se hace con lo que tenemos a mano.
Y este fue mi resultado:
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