Esta receta es una adaptación de la receta original que se comía en mi casa cuando era pequeña. Mayormente, la adaptación es que la receta original llevaba carne molida, y yo le pongo soja, pero me ha gustado de igual manera.
Ingredientes:
3 puñados de soja texturizada fina, 1/2 litro de agua, 1/2 pastilla de caldo apta, leche desnatada, espinacas (aquí congeladas), 1 cucharada de harina de cebada, sal, pimienta, nuez moscada, queso rallado, 1 huevo, 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Descongelar las espinacas y escurrir todo el agua posible. Calentar el agua y agregarle la pastilla de caldo. Cuando empiece a hervir, apagar el fuego, agregar la soja, tapar y dejar remojando 30 minutos.
Calentar el aceite en una sartén, agregarle el harina y revolver para evitar grumos. Luego ir agregando la leche, siempre revolviendo con varillas para evitar los grumos que se puedan formar. La cantidad de leche es a ojo, se tiene que lograr una bechamel un poco espesa. Condimentar con sal, pimienta y nuez moscada. Agregar las espinacas picadas y bien escurridas.
Aparte, estrujar la soja para quitarle la mayor cantidad de agua y mezclar en un bol con el huevo. Agregar la bechamel con espinacas y mezclar bien. Volcar en un molde y espolvorear con queso rallado. Meter al horno durante 20 minutos, para que se solidifique. Se puede comer frío o caliente, es igual de rico!
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